jueves, 17 de mayo de 2012

Zubiri




En primer lugar, afirma Zubiri que la realidad no es sujeto, sino un sistema o estructura. La realidad, como unidad de incluye los momentos de co-determinación, totalidad, clausura cíclica, posición e individualidad. La realidad descrita como sistema se aprende no como sustancia, sino como una sustantividad que posee en propio la suficiencia constitucional. Este es el logro fundamental de Zubiri en el ámbito de una teoría de la realidad que permite situarlo en manifiesta convergencia con lo expuesto por la Teoría General de los Sistemas iniciada por Bertalanffy (en 1947). Ambas visiones, cada una con sus propias especificidades, permiten destacar los momentos de totalidad y de emergencia de lo real, mostrando la necesidad de situarse en un nuevo paradigma ontológico que contemple el esencial dinamismo de lo real y abandone por ello el obsoleto paradigma lineal, causal, analítico y mecanicista del saber tradicional. Tal proyecto Zubiri lo plasmará en su programa de reificación sistémica del ente frente al proceso efectuado en la filosofía tradicional de una entificación categorial de la realidad. 

En segundo lugar, la realidad es también emergencia material. Esta segunda tesis descriptiva de lo real se sigue de sus mismas propiedades sistémicas. Zubiri no es materialista. El materialismo supone decir que no hay más realidad que la material, mientras que Zubiri describe como realidades las diferentes formas y modos de realidad, sean éstas materiales o no. Todo lo material es real, pero no toda realidad es formalmente. La materia, es emergente. A tal visión de las cosas la denomina Zubiri con el nombre de materismo. La materia como momento constitutivo de toda realidad es esencialmente innovante. La filosofía zubiriana puede muy bien definirse como un emergentismo materista o un materismo emergentista. Desde esta perspectiva, y teniendo presente que la inteligencia humana es una realidad más entre otras que constituyen el cosmos, Zubiri viene a denunciar el proceso de sustantivación de la conciencia y de lo espiritual característico de la filosofía moderna, que partiendo de la egología cartesiana llega a la fenomenología idealista de Husserl. La realidad inteligente y el dinamismo intelectivo hay que entenderlo, desde una emergencia material. Por ello, la teoría de la inteligencia es una teoría de la adaptación a la realidad. 

No es difícil suponer que en el actual momento tecnológico donde tanto se habla de la realidad virtual, la filosofía zubiriana, que es sobre todo una novedosa filosofía de la inteligencia, podría ayudar en el entendimiento de esos conceptos un tanto enigmáticos. La tarea consistiría en confrontar el concepto de inteligencia con el concepto de inteligencia artificial y su modelo computacional de la mente, por ver si ello clarifica de algún modo tan difícil término cual es el de inteligencia.

Las características del pensamiento de Zubiri podrían agruparse en:
-Toda verdad envuelve realidad, pero no toda realidad envuelve verdad. Se trata de que la aprehensión intelectiva sentiente es una respectividad unilateral, de tal modo que aunque toda verdad siempre incluye el momento de verdad real, la realidad no necesita ser inteligida para ser realidad de suyo.
- Aunque todo acto de conocimiento es un acto intelectivo, no todo acto intelectivo es un acto de conocimiento. 

- Toda facultad es potencia, pero no toda potencia es facultad. La inteligencia no es facultad por sí sola, sino que necesita estar facultada por las estructuras físico-biológicas que posibilitan y constituyen sistémicamente la inteligencia, esto es, por el sentir impresivo.

- Las cosas no son reales por ser independientes, sino independientes por ser reales. Lo real, en tanto que de suyo, esto es, en tanto que "positiva y formal remisión a lo que es la cosa antes de la presentación" queda fijado como fundamento de toda independencia y objetividad. 

- Hay una verdad de la razón, pero no una razón de la verdad. Es decir, no hay una sola razón de la verdad en el sentido de una verdad única y total al modo de Kant o Hegel, pues la razón sentiente no es totalizante ni totalizadora, sino constitutivamente abierta.

- La esencia no es una cosa esencial, sino lo esencial de una cosa.  Se muestra aquí un especial cuidado en evitar el esencialismo epistemológico para limitarse a señalar que lo constitutivo de toda realidad es su respectividad sistémica. 

- No es el ser fundamento de la realidad, sino la realidad fundamento del ser. Desde el punto de vista inteleccionista el ser no es lo transcendental, esto es, no es momento fundante y radical que envuelve toda cosa; por el contrario la realidad sí lo es. 

- No hay individuación de la especie, sino especiación del individuo. La especie es más que la suma de los elementos que la componen de tal modo que la suma de elementos no constituye la especie.

- Las cosas se mueven porque el universo está en movimiento, pero no es el caso que el universo esté en movimiento porque las cosas se muevan. 

Por último, aplicando esta idea al ámbito gnoseológico, tenemos que si sujeto y objeto se definen como fuerzas, hay que partir previamente del campo que determina tales fuerzas, es decir, del momento físico de lo real dado en la misma aprehensión primordial y en el que la relación sujeto-objeto es ulteriormente constituida.

Realizado por: Maria Ferrer

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