jueves, 17 de mayo de 2012

Sócrates



Sócrates no escribió nada. A pesar de sus numerosos seguidores nunca creo una escuela filosófica. Las escuelas socráticas que conocemos son iniciativa de sus seguidores.

A la hora de hablar de su actividad filosófica en si, nos han llegado muchos testimonios, pero contradictorios entre ellos. Por ejemplo, Jenofonte, Aristófanes o Platón suscitaban el problema socrático, es decir la fijación de la personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Estos filósofos pensaban que a Sócrates solo le interesaba la formación de hombres de bien, y que por lo tanto las cuestiones lógicas o metafísicas le eran indiferentes. Sin embargo, en los diálogos de Platón, Sócrates aparece como un metafísico de primer nivel que sentó las bases de una filosofía trascendente.

No obstante, no podemos olvidar que Platón, según el testimonio de Aristóteles, mezclo sus propias teorías con las de Sócrates. El hecho de que los sofistas rechazaran el relativismo hizo que Sócrates intentara buscar la definición universal, que pretendía alcanzar mediante el método inductivo. La doctrina socrática tiene una finalidad ética o moral sustentada en:

-El criterio de moralidad. El criterio básico de la moral radica en la fidelidad a la propia razón.
-Conocimiento y bien. La clarificación anterior debe ir acompañada de la información y el conocimiento, porque la ignorancia es causa de malas conductas.
-La felicidad. Quien sepa escoger tendrá felicidad duradera.
-La injusticia. En la búsqueda de la felicidad, no tiene cabida la injusticia ni la malevolencia hacia los demás.

El uso socrático del lenguaje se diferencia del que realiza el sofista, ya que no se trata de un discurso retorico, sino de un dialogo, entendido como un intercambio de razones y argumentos entre varios interlocutores.


En el dialogo socrático pueden distanciarse dos actitudes: la critica y la doctrinal, para llegar a una conclusión. Ambas se entrelazan en la discusión y configuran la dialéctica, que consiste en “preguntar y responder”. Para establecer este dialogo Sócrates recurre a la ironía, que es la actitud que aminora las certezas, las pone en entredicho y suscita desconfianza frente a lo que alguien dice saber. La ironía pretende hacer dudar. También recurre a lo que conocemos como mayéutica, que significa (ayudar a generar, a nacer”. Todo individuo puede alcanzar conocimientos, pero hay que ayudarle a engendrarlos. El nacimiento de ideas y conocimientos es siempre fruto de la ayuda mutua, y del dialogo entre varios.
Sócrates no niega la capacidad individual, pero esta convencido de que la razón no despliega su potencia mas que comunicándose.                                                                                             

Realizado por: Ana Blanco Calvente

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