domingo, 20 de mayo de 2012

Immanuel Kant


Kant creía haber logrado un compromiso entre el empirismo y el racionalismo. Planteaba que el empirismo era el que se adquiere a través de la experiencia mientras que el racionalismo mantiene que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serían completamente subjetivos si antes no habían sido subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.

La filosofía kantiana es una filosofía crítica: que trata de analizar y comprender la posibilidad y límites de la razón tanto en su aspecto teórico como en su dimensión práctica.
Su proyecto consiste en establecer los principios y límites del conocimiento científico de la Naturaleza, al mismo tiempo que intenta establecer y justificar los principios de la acción y las condiciones de la libertad y delinear el destino último del hombre.

La metafísica en la que Kant se formó tomaba la matemática como ideal de ciencia y consideraba que la filosofía debía ser una actividad deductiva, basada en la pura razón. Kant defendió en un primer momento este tipo de filosofía pero pronto quiso encontrar una nueva fundamentación a la metafísica.

El problema fundamental a resolver es el de si es posible la Metafísica como ciencia y para ello debemos investigar antes cómo es posible la ciencia, averiguar las condiciones que la hacen posible, para ver si la Metafísica se ajusta o no a ellas.
La Razón tiene una doble vertiente: Teórica y Práctica:

- La Razón Teórica se ocupa de conocer cómo son las cosas y es la que formula juicios.
- La Razón Práctica se ocupa de cómo debe ser la conducta humana y la Razón Práctica imperativos o mandamientos, preceptos con la forma “debes hacer X").

La ética kantiana se llama ética formal, y se contrapone a la ética material. La materia del imperativo es lo mandado la forma es el grado de universalidad o particularidad que tiene el imperativo: siempre, algunas veces, nunca. Pues bien, la característica esencial de la ética kantiana consiste en indicar que una máxima describe propiamente una acción moral cuando cumple un requisito puramente formal: que pueda ser universalizable. En la ética kantiana no es la materia de la voluntad sino la mera forma de la legitimidad universal de su máxima lo que constituye el fundamento de determinación de dicho arbitrio.

Realizado por: Carlos Milet

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