jueves, 17 de mayo de 2012

Fitche




Fichte no aceptaba el argumento kantiano sobre la existencia de los cosas en sí, realidades sensibles más allá de las categorías de la razón humana. Veía la rigurosa y sistemática separación entre las cosas en sí y las cosas tal y como se nos representan como una invitación al escepticismo.
En vez de aceptar dicho escepticismo, Fichte sugirió radicalmente que se debía abandonar la noción de mundo de las cosas en sí y en su lugar aceptar el hecho de que la consciencia no tiene su fundamento en el llamado mundo real. De hecho, Fichte es famoso por su original argumentación de que la consciencia no necesita más fundamento que ella misma: de esta forma, el conocimiento no parte ya del fenómeno, sino que se vuelve creación del sujeto conocedor. Es así que se crea el idealismo: la realidad es un producto del sujeto pensante, un contraste al realismo, el cual afirma que los objetos existen independientemente del sujeto que los percibe.

Esta noción finalmente se convirtió en la característica definitoria del idealismo alemán y, por lo tanto, en la clave esencial para la comprensión de las filosofías de Hegel y Schopenhauer, aunque ambos rechazan la noción fichteana de que la consciencia humana es en sí misma suficiente fundamento para la experiencia, postulado por otras consciencias absolutas.

En su famoso trabajo Fichte establece que la auto-consciencia es un fenómeno social. Es decir, él afirma que aunque su existencia depende de los objetos del mundo externo, sin embargo, la mera percepción de estos objetos externos depende de la auto-consciencia. La solución de esta paradoja, para Fichte, es que un ser racional adquiere su consciencia plenamente cuando es evocado como consciente por otro ser racional fuera de él mismo. A causa de esta necesidad de relación con otros seres racionales para la consecución de la consciencia, Fichte afirma que debe haber una relación de derecho en la cual haya un mutuo reconocimiento de racionalidad por ambas partes.

Para Fichte el idealismo es toda filosofía que parte de una reflexión sobre la realidad, aunque estrictamente hablando, el idealismo es el sistema que niega la existencia de las cosas fuera del pensamiento. Es con él con quien irrumpe el idealismo en la filosofía alemana, al exaltar el yo humano rompe las barreras del racionalismo crítico."Sostiene que el principio de la realidad es el yo, el cual construye la parte formal y material de conocimiento. Todo lo que se le ponga al yo es creado por el yo. La realidad es deducible del yo".

Para Fichte lo real es el producto de la actividad subjetiva y el ser está fundado en la inteligencia: "el primer principio de la filosofía es precisamente este yo puro o trascendental".

Realizado por: Juan Luis Ortiz


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